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DESDE EL 2014

MENSAJE | HISTORIA | DECLARACIÓN DE FE | MINISTERIO INTERNACIONAL

MENSAJE DE LOS PASTORES RAFAEL & YADILSA VARGAS

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Jesús Quiere Lo Mejor Para Ti - Búscale

 

Jesús Quiere Lo Mejor Para Ti - Búscale

Dios quiere cumplir su propósito en ti, los planes que Él tiene para ti son de Salvación. Él te ama de tal manera que envió a su hijo unigénito para que todo aquel que en El crea no se pierda mas tenga vida eterna. 

Separado de Dios nada podemos lograr. Por lo tanto, para vivir una vida de victoria, de bendición y fructífera, tenemos que vivir una vida agradable con Dios. Jesús dijo que en el mundo tendremos aflicciones, pero que debíamos de confiar porque ya él venció al mundo, la muerte, la enfermedad, en fin todo. 

El primer paso para vencer es aceptando a Cristo en tu corazón y vivir conforme a su palabra. La Biblia declara: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Romanos 10:9-10. 

 

Darle tu vida a Cristo y vivir para Él, es lo mejor que te puede suceder.

Pastores Rafael & Yadilsa Vargas

MENSAJE

NUESTRA HISTORIA

HISTORIA

IGLESIA PODER Y SABIDURIA DE DIOS

En agosto de 2014, en el corazón vibrante del Bronx, Nueva York, nació un faro de esperanza, inspiración y transformación: el Ministerio Poder y Sabiduría de Dios. Fundado con un propósito sagrado por los Pastores Rafael Vargas y Yadilsa Acevedo, este ministerio ha evolucionado en una influencia espiritual profunda que ha tocado vidas en todo el mundo.  El nombre del ministerio fue dado en el 2008 durante unos 40 días de ayuno, pero fue formalmente iniciado en agosto del 2014. 

Desde su modesto comienzo, el Ministerio Poder y Sabiduría de Dios ha crecido en una comunidad unida y diversa. Inspirados por su profunda fe y compromiso con la enseñanza de la palabra de Dios, los Pastores Vargas y Acevedo han guiado a esta congregación con amor, sabiduría y pasión. Su visión era clara: difundir la luz del Evangelio y empoderar a las personas a través del conocimiento divino y que las vidas puedan tener una relación con Cristo, quien es el poder la sabiduría de Dios. 

Lo que comenzó como un pequeño grupo de creyentes en el Bronx ha florecido en un movimiento internacional. Con el paso de los años, el Ministerio Poder y Sabiduría de Dios ha extendido sus raíces más allá de las fronteras de Estados Unidos. Hoy en día, su influencia se siente en iglesias en el Caribe, Europa, Centro y Sudamérica. Esta expansión es testimonio de la fe inquebrantable y el impacto duradero que los Pastores Vargas y Acevedo han dejado en cada lugar que han tocado, no solo en lo espiritual sino también con las obras sociales para de esta forma seguir mostrando a Cristo. 

El legado de los Pastores Rafael Vargas y Yadilsa Acevedo es uno de liderazgo inspirador y dedicación inquebrantable. Su visión ha guiado a la congregación a través de desafíos y triunfos, siempre centrados en compartir el mensaje de amor, esperanza y transformación que se encuentra en Cristo.

A medida que el Ministerio Poder y Sabiduría de Dios celebra sus años de existencia, su impacto en la comunidad del Bronx y a través del mundo se ha vuelto innegable. No solo ha sido un faro de esperanza espiritual, sino también un catalizador de cambio y crecimiento personal. A través de sus programas, enseñanzas y servicio desinteresado, ha demostrado que el poder y la sabiduría de Dios pueden ser instrumentos de cambio en un mundo que anhela sanidad y redención.

En resumen, el Ministerio Poder y Sabiduría de Dios es mucho más que una iglesia; es un testimonio vivo de fe en acción. A medida que miramos hacia el futuro, su legado continuará impactando vidas y transformando comunidades, demostrando que la fe genuina puede ser una fuerza poderosa para el bien en cualquier rincón del mundo. Desde su humilde inicio en el Bronx hasta su expansión global, esta iglesia continúa iluminando el camino de la fe y dejando una huella eterna en el corazón de quienes tienen el privilegio de ser parte de ella.
 

DECLARACIÓN DE FE

DECLARACION

LAS ESCRITURAS - LA BIBLIA

Creemos que las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento son inspiradas por Dios en todas sus partes. Creemos que la Biblia es verbal y plenamente inspirada, y que fue obra del Espíritu Santo, quien guió y dirigió a los hombres que la escribieron y por lo tanto, es la verdad pura y limpia sin inclinar ninguna adulteración ni error en su contenido. Creemos que la Biblia es el corazón de la verdadera unidad cristiana, y la suprema autoridad por lo cual debe regirse la conducta humana y todas las creencias y opiniones. (I Timoteo 3: 16, 17; 11 Pedro 1:19-21 Apocalipsis 22:18-19)

EL VERDADERO DIOS.

Creemos que hay un solo Dios vivo y verdadero, Espíritu infinito y Soberano, el Creador y Rey Supremo de los cielos y la tierra, inconmensurablemente glorioso en su santidad, merecedor de todo honor, amor y confianza posible, que existe eternamente en tres (3) personas: El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo; iguales éstos en perfección, en ser y esencia, pero desempeñando oficios distintos pero armoniosos en su gran obra de redención. (Éxodo 20:2,3; I Corintios 8:6; Apocalipsis 4: I l; 1 Timoteo 2:5; Mateo 28:19; Juan 15:26).

DIOS EL PADRE.

Creemos que Dios como Padre reina con cuidado providencial sobre todo su universo, sus criaturas, y el fluir de la historia humana de acuerdo a los propósitos de su gracia. Él es todopoderoso, omnisciente, todo amor, todo sabio; De quien proceden todas las cosas. (Salmos 103:13, Stg.1:17, Fil.1:2, Mt.6:9, Jn.5:19-22, Isaías 43:10-11)

Creemos en un Dios, quien es Creador de todo (Deuteronomio 6:4; Colosenses 1:16), que se ha revelado en tres Personas distintas – Padre, Hijo, y Espíritu Santo (2 Corintios 13:14), aunque es Uno en presencia, esencia, y gloria (Juan 10:30). Dios es eterno (Salmo 90:2), infinito (1 Timoteo 1:17), y soberano (Salmo 93:1). Dios es omnisciente (Salmo 139:1-6), omnipresente (Salmo 139:7-13), omnipotente (Apocalipsis 19:6), e inmutable (Malaquías 3:6). Dios es santo (Isaías 6:3), justo (Deuteronomio 32:4) y recto (Éxodo 9:27). Dios es amor (1 Juan 4:8), compasivo (Efesios 2:8), misericordioso (1 Pedro 1:3), y bondadoso (Romanos 8:28).

DIOS EL HIJO.

Creemos en la eterna divinidad de Jesucristo, fue engendrado por el Espíritu Santo, que nació de María siendo virgen. Él es Dios encarnado, Dios en forma humana, la imagen misma del Padre, quien sin dejar de ser Dios, se hizo hombre para poder revelar a Dios y proporcionar los medios de la salvación para la humanidad. El único Salvador y Redentor, cabeza de la iglesia. (Mateo 1:18-25;Mateo 1:21; Juan 1:1-18; Colosenses 1:15).

Creemos que el Señor Jesucristo ascendió al Cielo en Su cuerpo glorificado (Hechos 1:9-10) y que ahora está sentado a la diestra de Dios como nuestro Sumo Sacerdote y Abogado (Romanos 8:34; Hebreos 7:25).

EL ESPIRITU SANTO.

Creemos en la eterna divinidad del Espíritu Santo, único vicario de Cristo en la tierra. Creemos que Él estuvo activo en la creación; que en su relación con el mundo incrédulo es quien redime del pecado. Creemos que el Espíritu Santo regenera el corazón del arrepentido, consuela al creyente en sus tribulaciones y reviste de poder a los mensajeros de Dios, equipándoles para el testimonio y el servicio. Que es el Agente Divino en el nuevo nacimiento; que El sella, reparte dones, guía, enseña, testifica, santifica y ayuda al creyente. (Juan 14:16-17 y 16:8-14; Romanos 8:9, Mateo 28:19; Hechos 5:30-32; Hebreos 9:14; Juan 14:26; Lucas 1:35; Génesis 1:1-3; Juan 16:8-11; Juan Efesios 1:13, 14,16, 26-27 15:19; Hebreos 2:4; 1 Corintios 13:8).

LA CREACIÓN.

Creemos en el relato de Génesis sobre la creación hecha por Dios. Que el hombre, su espíritu, alma y cuerpo, fue creado por la acción directa de Dios, y no de ninguna forma primitiva existente de vida; y que todos los hombres descienden de la pareja original histórica de Adán y Eva, los primeros padres de la raza humana. (Génesis 1 y 2; Colosenses 1:16, 17; San Juan 1:3).

EL HOMBRE.

Creemos que el hombre es la creación especial de Dios, fue creado a la imagen de Dios, Él los creó varón y hembra, perfectos, pero por la transgresión voluntaria cayó de un estado perfecto a un estado pecaminoso; por cuya causa todo el género humano es ahora pecador y desprovisto de la santidad que Dios quiere, por lo cual está bajo la justa condenación Divina (Génesis 1:27 y 3:6-24, Rom, 3:23, 5:12, 6:23).

ÁNGELES Y DEMONIOS

Creemos en la realidad y personalidad de los ángeles. Creemos que Dios creó los ángeles para ser Sus siervos y mensajeros (Nehemías 9:6; Salmo 148:2; Hebreos 1:14).

Creemos en la existencia y personalidad de Satanás y los demonios. Satanás es el ángel caído que guió a un grupo de ángeles a rebelarse contra Dios (Isaías 14:12-17; Ezequiel 28:12.15) Él es el gran enemigo de Dios y del hombre, y los demonios (espíritus inmundos) son sus agentes en sus inicuos propósitos. Él y sus demonios serán castigados eternamente en el lago de fuego (Mateo 25:41; Apocalipsis 20:10).

Creemos en existencia de Satanás, que siendo perfecto se reveló contra Dios su Hacedor, guió al hombre a su caída, que es el príncipe de este mundo, y controla y dirige todos los poderes y fuerzas de las tinieblas, y que está ya juzgado y condenado a la justicia eterna en el lago de fuego. (Isaías 14:12-20, Ezeq.28:13-20; Mateo 4: 11; 2 Corintios 4:4; Apocalipsis 20:10).

LA CAÍDA DEL HOMBRE.

Creemos que el hombre fue creado originalmente justo bajo la ley de su Hacedor; pero por su transgresión voluntaria Adán cayó de su feliz estado de pureza libre de pecado, y todos los hombres pecaron en él, y en consecuencia de esta falta el género humano está totalmente depravado, como co—partícipes de la naturaleza caída de Adán, y son pecadores sin defensa ni excusa. (Génesis 3:1-6,24; Romanos 3:10-19; 1:18, 32).

LA SALVACIÓN.

Creemos que la salvación del hombre es iniciada divinamente y totalmente por la gracia de Dios a través de los méritos de su Hijo Jesucristo, quien por la voluntad del Padre, libremente tomó sobre sí mismo nuestra naturaleza, pero sin pecado, honrando la divina ley con su obediencia personal, y por su muerte hizo un solo sacrificio, vicario y completo por nuestro pecado. El sacrificio del Hijo de Dios no consistió en darnos ejemplo con su muerte como si fuera un mártir, sino que fue una sustitución voluntaria de él mismo, en lugar del pecador: El justo muriendo por los injustos; Cristo el Señor, llevando nuestros pecados sobre su cuerpo en la cruz. Por tanto la fe en la obra de nuestro Señor Jesucristo es el único camino de salvación. Debemos entender que según se establece en las Sagradas Escrituras, los pecadores, para ser salvos, deben nacer de nuevo, lo mismo que:

•     Reconocer que son pecadores, arrepentirse de sus pecados y creer en el evangelio.

•     Aceptar a Cristo como único y suficiente Salvador.

•     Confesar con su boca a Jesucristo como su Señor y Salvador.

 (Juan 3:3; Marcos 1:15; Isaías 53:4-7; Jonás 2:9; Mateo 18:11; Juan 3:16, 14:6; Hechos 15:11; 16:31; Romanos 3:24; 10:9-10; 1 Corintios 15:3; 2 Corintios 5:21; Efesios 2:8; Filipenses 2:7; Hebreos 2:14; 1 Juan 4:10.)

EL SACRIFICIO POR EL PECADO.

Creemos que la salvación de los pecadores es iniciada divinamente y totalmente por la gracia a través de los méritos del Hijo de Dios, quien por la voluntad del Padre. Libremente tomó sobre sí mismo nuestra naturaleza, pero sin pecado, honró la divina ley con su obediencia personal, y por su muerte hizo un sacrificio vicario completo por nuestros pecados; El Justo muriendo por el injustos; Cristo, El Señor, llevando nuestros pecados en su propio cuerpo en la cruz. (Jonás 2:9; Efesios 2:8; Hechos 15:11; Ramos 3:24,25; Juan 3:16; Mateo 18:1 1; Filipenses 2:7-8, Hebreos 2:14; Isaías 53:4-7; 1 Juan 4:10; 1 Corintios 15:3; 2 Corintios 5:21)

EL NACIMIENTO VIRGINAL.

Creemos que Jesús fue concebido por obra del Espíritu Santo en forma milagrosa, nacido de María una virgen, como ningún otro hombre jamás ha nacido o pueda nacer de alguna mujer, y que Cristo es a la vez el Hijo de Dios y Dios el Hijo. (Génesis 3:15; Isaías 7:14; Mateo 1:8-25; Lucas 1:35; Juan 1:14; Hebreos 1:8).

RESURRECCIÓN Y SACERDOCIO.

Creemos en la resurrección del cuerpo de Cristo y en su ascensión a los cielos, donde está ahora sentado a la diestra del Padre como nuestro Sumo Sacerdote. (Mateo 28:6,7; Lucas 24:39; Juan 20:27; 1 Corintios 15:4; Marcos 16:6; Lucas 24:2—6,51; Hechos Apocalipsis 3:21; Hebreos 8:6; 12:2; 7:25; 1 Timoteo 2:5; 1 Juan 2:1; Hebreos 2:17; 5:9, 10).

LA SEGURIDAD DE LOS SANTOS.

Creemos que todos los que verdaderamente han nacido de nuevo, son guardados eternamente por Dios el Padre para el Señor Jesucristo. La palabra de Dios nos dice que cuando recibimos la vida eterna al haber confesado a Cristo como nuestro Señor y Salvador, nos asegura una eterna permanencia con él y por tanto es imposible que podamos ser arrebatados de sus manos. Dios asegura a sus santos de esa permanencia con él hasta el día de la eternidad, siempre y cuando estos llamados santos hayan nacido de nuevo por medio de un verdadero arrepentimiento.

 

 (Salmos 121:3; Mateo 13:19-23; Juan 8:31-32; Juan 10:28-29; Romanos 8:23, 35-39; Filipenses 1:6; 1 Pedro 1:5; 1 Juan 2:19; Judas 1.)

LA GRACIA EN EL NUEVO NACIMIENTO.

Creemos que para poder ser salvos, los pecadores tienen que nacer de nuevo; que el nuevo nacimiento es una nueva creación en Cristo Jesús; que este es instantáneo y no el resultado de un proceso; que en el nuevo nacimiento el que está muerto en transgresiones y pecados es hecho partícipe de la divina naturaleza y recibe la vida eterna, el regalo gratuito de Dios; la nueva creación es una obra de nuestro Dios Soberano, por encima de nuestra comprensión y entendimiento, únicamente por el poder del Espíritu Santo en conexión con la verdad divina, para obtener nuestra obediencia voluntaria al Evangelio; y que su evidencia normal se manifieste en los frutos de arrepentimiento, fe y novedad de vida. (Juan 3:3; 11 Corintios 5:17; 1 Juan 5:1; Juan Hechos 16:30-33; 11 Pedro 1:4; Romanos 6:23; Efesios 2:1,5; 2 Corintios 5:19; Colosenses 2:13; Juan 3:8).

LA JUSTIFICACIÓN.

Creemos que la justificación es el Acto Judicial de Dios mediante el cual Él nos declara justos por medio de la fe en Cristo Jesús; que justificación incluye el perdón de los pecados y la imputación de los méritos de Cristo; que esta es dada, no en consideración a las obras de justicia que hemos hecho, sino solamente a través de la fe en la sangre redentora de Cristo. (Hechos 13:39; Isaías 53:11; Zacarías 13:1; 2 Corintios 5: 18-21; Romanos 5:1, 9; 8:1).

ARREPENTIMIENTO.

Creemos que el arrepentimiento es un cambio de actitud hacia el pecado, una genuina vuelta del pecado hacia Dios, activado por el Espíritu Santo; que es caracterizado por una tristeza por el pecado, reconociendo que es ofensivo a Dios y la ruina del alma; y que el arrepentimiento sincero está inseparablemente relacionado con la fe verdadera. (Luc. 13: 1-3; 15:7; Hechos 8:22; Rom. 2:4; 2 Co.7:10; Hechos 20:21).

LA FE.

Creemos que la fe en nuestro Señor Jesucristo es la única condición para la salvación. Que es la aceptación de Jesucristo y la dedicación de la personalidad total a Él como Señor y Salvador. (Hechos 16:31, Efe. 2:8, Rom.3:22, 5:1, Gal.2:16)

LA SANTIFICACIÓN.

Creemos que la santificación es la acción divina mediante la cual el creyente es apartado hacia Dios, y se realiza en tres formas: primero, como un acto eterno de Dios, basado en la redención en Cristo, colocando al creyente en posición de santidad el momento que confía en el Salvador; segundo, el proceso continuo en el Santo a medida que el Espíritu Santo va aplicando la Palabra de Dios en su vida; y tercero, la plenitud del proceso al regreso al Señor. (He.10:10-14; 3:1; Jn. 17:17; 2Co. 3:18; 1Co. 1:30; Efe. 5:25,26; 1 Tesal. 4:3,4; 5:23,24; Efe. 5:27; 1Jn. 3:2; Judas 24,25; Apoc. 22:11).

LA ADOPCIÓN.

Creemos que la adopción es un acto de gracia para la gloria de Cristo, coloca los nuevos creyentes en la posición honrosa de hijos adultos, en contraste con la regeneración por medio de la cual el creyente recibe la naturaleza de Dios y es recibido como hijo de Dios. El beneficio completo de la posición lograda con la adopción como hijo de Dios será recibida en la glorificación del creyente a la llegada del Señor Jesucristo. (Efe. 1:5; Gál. 4: 1-7; Efe.1:13, 14; 1Jn. 3:12)

LA IGLESIA.

Creemos que la iglesia verdadera es una asamblea de creyentes en Cristo. Que lo que me hace creyente es la fe en JesuCristo y que el deber de cada creyente es  bautizarse después de nacer de nuevo. Para ser Iglesia debemos de cumplir con los 4 elementos esenciales que se describen en Hechos 2:42 que son:

1 – Se mantienen firmes en la enseñanza de los apóstoles.

2 – Se mantienen firmes en la comunión.

3 – Se mantienen firmes en el partimiento del pan.

4 – Se mantienen firmes en la oración.

Organizados y unidos en las verdades bíblicas y sus doctrinas; comprometidos en mantener las ordenanzas conforme a las Escrituras; reconocen a Cristo como la única cabeza; toman la Biblia como única regla de fe práctica; y cuyos oficiales son pastores y diáconos (Hechos 2:41-42; Mateo 28:19-20; Efesios 1:22-23; Filipenses 1:1; 1 Timoteo 3:1-13).

LA GRAN COMISION.

Debido a que todos los hombres en todas partes sin Cristo están perdidos y destinados al castigo eterno y la separación de Dios (Romanos 1: 18-20), creemos que somos llamados a predicar a todos los hombres y tenemos la responsabilidad de darles el Evangelio. Jesús nos dejó el mandamiento de que todos deberíamos ser testigos de Él (Hechos 1: 8) y debemos llevar las buenas nuevas del evangelio a todo lugar y a toda criatura (Mateo 28: 19-20, Marcos 16:15, Lucas 24: 46-48, Juan 20:21). Creemos que para llevar a cabo este mandato, debemos ser testigos de nuestra vida y trabajar para contarles a todos los hombres perdidos acerca de Cristo.

EL BAUTISMO Y LA CENA DEL SEÑOR.

Creemos en las ordenanzas del Bautismo como un testimonio público de nuestra salvación en Cristo. Que el bautismo es la inmersión del creyente en agua, bajo la autoridad de la Iglesia Local, para mostrar públicamente en solemne y bello emblema, nuestra fe en el crucificado, sepultado y resucitado Salvador, a través de quien nosotros morimos al pecado y resucitamos a una vida nueva.

Creemos también que la Cena del Señor es la conmemoración de su muerte hasta que Él regrese por segunda vez. (Hechos 8:36, 38,39; Juan 3:23; Romanos 6:3—5; Mateo 3:16; Colosenses 2: 12; I Corintios 11:23-28; Mateo 28:18-20 Hechos 2:41-42)

SEPARACIÓN.

Creemos en la obediencia a los mandatos Bíblicos de separarnos totalmente de la mundanalidad y de la apostasía eclesiástica, hacia Dios. Creemos que el Ecumenismo, y el interdenominacionales no fundamental son movimientos que perjudican la pureza doctrinal de nuestra fe. (2Co. 6:14; 7:1; 1Tes. 1 Tim. 6:3-5; Ro. 16:17; 11 Jn. 9-11).

MATRIMONIO.

Creemos que el matrimonio es la unión de un solo hombre y una sola mujer, según el sexo con que nacieron, y que las desviaciones sexuales, tales como la homosexualidad, el lesbianismo, el transgénero, entre otras, son contrarias a la Palabra de Dios (Gn. 2:24, Levítico 18:22; 1 Corintios 6:9-11).

LA FAMILIA.

Creemos que la familia es una institución establecida por Dios y que es la principal responsable de instruir espiritualmente a los niños en el hogar. (Génesis 2:21-25; Job 1:1-5; Efesios 6:1-4; Colosenses 3:18-21)

EL GOBIERNO.

Creemos que los gobernantes han sido permitidos por Dios y que cada cristiano debe someterse a sus leyes, pero obedecer a Dios antes que al hombre cuando los gobiernos se oponen a la Palabra de Dios. (Mateo 17:24-27; Mateo 22:21; Hechos 4:19-20; Hechos 5:29; Romanos 13:1-7)

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