El problema de la nación no está en el gobierno, ni en el sistema educativo, ni en las condiciones económicas; sino el estado espiritual de las iglesias; ya que si los vivos no viven, ¿qué esperanza habrá para los muertos? -Como declaró el Apóstol: “Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos,Y te alumbrará Cristo:. Efesios 5:14b
Dios está dispuesto y traerá un avivamiento en medio de estos tiempos, no para el disfrute de su pueblo sino para dar gloria a su nombre. El Profeta Habacuc declaró: “Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer” Habacuc 3:2”
En este primer artículo estaremos viendo la definición y diferencias de lo que es y no es un avivamiento que viene de parte de Dios ya que ni los avivamientos ni los milagros nunca se anuncian de antemano; no pueden ser anunciados porque Dios es quien elige el momento.
Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados. Hechos 2:2 RV60
Un avivamiento que es proclamado y organizado de antemano no es un avivamiento. Porque solo Dios determina cuando, donde, porque y como ocurría como sucedió en el día de Pentecostés. Podemos orar para que esto ocurra, pero no determinar cuándo ocurrirá.
El Avivamiento no tiene una fórmula en concreto, tampoco tiene ninguna etiqueta doctrinal. Uno de los problemas de hoy es precisamente este: alguien tiene una experiencia de Dios e inmediatamente le atamos una etiqueta y exigimos que otros la reciban también; no es más que un intento humano de maniatar a Dios y confiarle a un solo tipo de experiencia.
Dios viene a su pueblo de mil maneras, y etiquetar esas experiencias o exigir que otros sigan el modelo es falso por nuestra parte. A continuación veremos lo que no es un avivamiento primeramente y después lo que es realmente un avivamiento
UN AVIVAMIENTO ESPIRITUAL NO ES (no se limita):
Tumbar, tumbar y tumbar a la gente al piso, haciendo un show y manipulando las emociones.
Solo manifestaciones espirituales en los cultos (danzas, lenguas, gritos de júbilo, alegría en los canticos, etc…).
Vestirse con traje y corbata, con una falda larga hasta los tobillos, blusa hasta el cuello y un moño y con una biblia gigante bajo el brazo.
Asistir al templo todos los días y estar en todas las actividades.
Tener un cargo eclesiástico o alguna responsabilidad en la iglesia.
Tener el mejor auto, la mejor casa o muchos bienes materiales.
No es tener carisma o poder de convencimiento para llegar a las masas.
Pertenecer a una mega iglesia (iglesia con miles de miembros).
Gritar a los 4 vientos “señor, señor” (si nuestros actos lo niegan).
Hacer milagros, sanar a los enfermos, levantar a los muertos ó echar fuera demonios (estas señales son solo una parte “de”).
Saberse la biblia de memoria, hablar o predicar bonito y repetirla como loro (pero no cumplirla).
Estudiar teología para jactarse o creerse superior a los demás.
Caerle bien a todo el mundo o ser un “cristiano buena gente”.
EL AVIVAMIENTO ESPIRITUAL ES:
Un despertar de la iglesia de cristo.
Un arrepentimiento genuino (confesión de todos nuestros pecados, aun los más íntimas)
Tener deseos de orar (tener una mayor intimidad con dios, buscar su rostro).
Sentir amor por la palabra de Dios.
Sentir el deseo de compartir el evangelio de Jesús y su amor con otros que aún no lo conocen.
Vivir una vida de consagración y santidad para Dios, apartarse del pecado.
Tener deseos de ayudar al prójimo (próximo).
Tener un mayor compromiso con Dios.
Algo concreto personal y aplicable a nuestras vidas.
Una fábrica de mejores: esposos (as), padres, hijos, hermanos, cristianos, trabajadores, etc…
Como podemos ver, el avivamiento tiene que ver con cambios de conducta en nuestras vidas, que se manifiestan en nuestro entorno, ya sea, en nuestra familia, en nuestro lugar de trabajo, en la escuela, en la universidad, en facebook, etc…
Ahora veremos varias definiciones de parte de algunos historiadores y personas que experimentaron un avivamiento durante sus vidas.
El historiador James Buchanan define el avivamiento como “impartir vida a los muertos, y salud a los que están muriéndose”.
Jonathan Edwards —que vio un avivamiento en su propia iglesia en América hace 250 años— lo describe como “el medio principal de Dios para la extensión de su Reino”
Edwin Orr describe esto como el derramamientos del Espíritu como “un movimiento del Espíritu Santo que produce un avivamiento del cristianismo del Nuevo Testamento en la Iglesia de Cristo y en la comunidad cercana”
Douglas Brown, utilizado por Dios en un avivamiento en el año 1921, declaró legítimamente: “Avivamiento es una palabra de la Iglesia, tiene que ver con el pueblo de Dios. No se puede avivar al mundo; el mundo está muerto en sus pecados y transgresiones; no se puede avivar a un cadáver. Pero sí puede avivarse aquello que tiene vida…”
Duncan Campbell, implicado en un avivamiento en el siglo XX, lo describe sencillamente como “una comunidad rebosante de Dios”.
Esta última definición personalmente me encanta porque el avivamiento es intensamente práctico y siempre tiene resultados catastróficos para la Iglesia y la comunidad.
Es importante recordar y recalcar que siempre ha habido un avivamiento personal en las vidas de aquellos que Dios utiliza, antes que un avivamiento público. No podemos exhibir públicamente lo que no vivo en mi vida secreta. Cómo declaro nuestro Salvador Jesucristo: “Ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.” Mateo 6:6
Más que nunca, necesitamos un avivamiento, un despertar por Dios en esta generación. Como dijo el Profeta Habacuc declaró: “Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer” Habacuc 3:2”
Shalom de lo Alto
Rafael N Vargas
Ministerio Poder y Sabiduría de Dios, Inc
